jueves, 27 de mayo de 2010

ENFERMEDAD INFLAMATORIA PÉLVICA


Enfermedad pélvica inflamatoria

La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), es una enfermedad que afecta al aparato reproductor femenino interno (útero, ovarios, trompas de Falopio).

Etiología

Generalmente es producida a raíz de otra enfermedad de trasmisión sexual, como candidiasis, gonorrea y otras enfermedades de origen bacteriano (estafilococos, estreptococos). Sin embargo, la EPI, también puede ser causada por la implantación de un dispositivo intrauterino o después de un aborto.

Cuadro clínico

Entre los síntomas se encuentran: dolor abdominal, secreciones vaginales con características anormales. Estos síntomas pueden ampliarse a: fiebre, micción dolorosa, náuseas y vómitos, entre otros.

Se pueden realizar exámenes de sangre (conteo de glóbulos blancos), para descartar una infección, exámenes físicos que delatan una sensibilidad abdominal, y también se puede recurrir a laparoscopia y ecografías.

EPI Y EMBARAZO

Rara vez la salpingitis ha sido descrita durante el embarazo. No hay diferencia entre los factores de riesgo para EPI en la mujer embarazada en comparación con los de la no embarazada. En teoría, la mujer en estado de embarazo puede desarrollar EPI si la cavidad uterina no ha sido obliterada por el saco gestacional; también puede deberse a la reactivación de una salpingitis crónica. La oclusión de la cavidad endometrial por la aposición de las deciduas capsular y parietal ocurre hacia la semana 16 de gestación. Los mecanismos del desarrollo de una EPI durante la gestación son las siguientes:

  1. Infección en el momento de la fecundación (trasporte de bacterias a las trompas por los espermatozoides)
  2. Infección después de la fecundación y antes del cierre de la cavidad endometrial
  3. Diseminación linfática desde cérvix o vagina
  4. Diseminación vascular de cérvix o vagina
  5. Reactivación de EPI crónica, instrumentación, infección ascendente durante aborto o sangrado, diseminación adyacente

MANEJO DE LA ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA

El objetivo básico en el manejo de la EPI es la erradicación de los agentes etiológicos, utilizando como mínimo dos antibióticos.

TRATAMIENTO FARMACOLOGICO DE LA EPI

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HOSPITALARIO

Esquema A
Cefoxitina 2 g IV c/6h más
Doxiciclina 100 mg VO c/12h.
Después de alta:
Doxiciclina 100 mg VO c/12h
*El régimen es continuado al menos 48 horas después por 10 a 14 díasde la mejoría clínica

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Esquema B
Clindamicina 900 mg IV c/8h más
Gentamicina 2 mg/kg IV o IM (dosis de carga).
Continuar 1.5 mg/kg IV o IM c/8h.
Después de alta:El régimen es continuado
Doxicilina 100 mg VO c/12h
Clindamicina 450 mg VO c/6h
*El régimen es continuado al menos 48 horas después por 14 díasde la mejoría clínica

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AMBULATORIO

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Esquema A
Cefoxitime 2 g IM dosis única,más
Probenecid 1g VO.
Ceftriaxone 250 mg IM u otra
cefalosporina de tercera generación
Doxiciclina 100 mg VO por 14 días.

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Esquema B
Ofloxacina 400 mg VO c/12h por 14 días. Clindamicina 450 mg VO o Metronidazol 500 mg VO dos veces al día por 14 días.

prolapso uterino



Prolapso uterino

Es la caída o deslizamiento del útero desde su posición normal en la cavidad pélvica hacia la cavidad vaginal.

Causas

El útero se sostiene en su posición en la pelvis por músculos, ligamentos especiales y otros tejidos. El útero cae dentro de la cavidad vaginal (prolapso) cuando estos músculos y tejidos conectivos se debilitan.

El prolapso uterino generalmente sucede en las mujeres que han tenido uno o más partos vaginales. El envejecimiento normal y la falta estrógenos después de la menopausia también pueden causar prolapso uterino. La tos crónica y la obesidad incrementan la presión en el piso pélvico y pueden contribuir al prolapso. El prolapso uterino también puede ser causado por un tumor pélvico, aunque esto es poco común.

El estreñimiento crónico y el pujo asociado con éste pueden empeorar el prolapso uterino.

Síntomas

  • Sensación de estar sentada en una bola pequeña
  • Relación sexual difícil o dolorosa
  • Micción frecuente o necesidad urgente y repentina de vaciar la vejiga
  • Lumbago
  • Dolor durante la relación sexual
  • Protrusión del útero y el cuello uterino a través de la abertura vaginal
  • Infecciones vesicales repetitivas
  • Sensación de pesadez o tracción en la pelvis
  • Sangrado vaginal o aumento del flujo vaginal

Muchos de los síntomas empeoran al pararse o sentarse por períodos prolongados.

Pruebas y exámenes

Un examen pélvico realizado mientras la mujer está haciendo contracción (como si tratara de expulsar un bebé) mostrará cuánto baja el útero.

  • El prolapso uterino es leve cuando el cuello uterino baja hasta la parte inferior de la vagina.
  • El prolapso uterino es moderado cuando el cuello uterino baja por fuera de la abertura vaginal.

El examen pélvico puede revelar que la vejiga, la pared anterior de la vagina (cistocele) o el recto y la pared posterior de la vagina (rectocele) están ingresando al área vaginal. La uretra y la vejiga también pueden estar ubicadas en la pelvis más abajo de lo normal.

Si un tumor está causando el prolapso (poco común), se puede notar una masa en el examen pélvico.

Tratamiento

El tratamiento no es necesario, a menos que los síntomas sean molestos. La mayoría de las mujeres buscan tratamiento cuando el útero baja hasta la abertura de la vagina.

Un prolapso uterino se puede tratar con un pesario vaginal o con cirugía.

PESARIO VAGINAL

Es un dispositivo de caucho o plástico en forma de rosca que se introduce en la vagina para sostener el útero en su lugar y puede ser una forma temporal o permanente de tratamiento. Los pesarios vaginales se ajustan para cada mujer en forma individualizada. Algunos pesarios son similares al dispositivo del diafragma empleado para el control natal. A muchas mujeres se les puede enseñar cómo insertar, limpiar y retirar el pesario por sí mismas.

Los pesarios pueden causar un flujo irritante y de olor anormal y requieren de una limpieza periódica, algunas veces hecha por el médico o la enfermera. En algunas mujeres, los pesarios pueden rozar e irritar la pared vaginal ( mucosa) y, en algunos casos, pueden causar daño a la vagina. Algunos pesarios pueden interferir con la relación sexual normal, limitando la profundidad de la penetración.

CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA

Se recomienda bajar de peso en mujeres con prolapso uterino que sean obesas.

Se debe evitar hacer esfuerzos y levantar objetos pesados, dado que esto puede empeorar los síntomas.

La tos también puede empeorar los síntomas. Se deben ensayar medidas para tratar y prevenir la tos crónica. Si la tos se debe al tabaquismo, se recomiendan técnicas para dejar de fumar.

CIRUGÍA

La cirugía no debe realizarse hasta que los síntomas sean peores que los riesgos de someterse al procedimiento. El tipo específico de cirugía depende de:

  • El grado del prolapso
  • El deseo de embarazos futuros
  • Otras afecciones
  • El deseo de la mujer de preservar la función vaginal
  • La edad y estado de salud general de la mujer

Existen algunos procedimientos quirúrgicos que se pueden llevar a cabo sin extirpar el útero, como la fijación sacroespinosa. Este procedimiento implica el uso de los ligamentos cercanos para sostener el útero.

A menudo, se utiliza una histerectomía vaginal para corregir el prolapso uterino. Cualquier descuelgue de las paredes vaginales, la uretra, la vejiga o el recto también se puede corregir quirúrgicamente al mismo tiempo.

Pronóstico

La mayoría de las mujeres con prolapso uterino leve no tienen síntomas molestos y no necesitan tratamiento.

Los pesarios vaginales pueden ser efectivos para muchas mujeres con prolapso uterino.

La cirugía por lo general brinda resultados excelentes, sin embargo, algunas mujeres pueden requerir un nuevo tratamiento en el futuro.


viernes, 21 de mayo de 2010

miomas uterinos



Miomas uterinos

Los miomas uterinos son el tumor pélvico más común. Una de cada 5 mujeres puede tener miomas en sus años de fertilidad (el tiempo después de comenzar la menstruación por primera vez y antes de la menopausia).

Los miomas generalmente afectan a las mujeres después de más de 30 años de edad, ocurren poco en mujeres menores de 20 años y a menudo se encogen y no causan síntomas en las que han llegado a la menopausia. Son más comunes en mujeres de raza negra que en mujeres de raza blanca.

Se desconoce la causa de los miomas en el útero. Sin embargo, el crecimiento de los miomas uterinos parece depender de la hormona estrógeno. En tanto una mujer con miomas esté menstruando, éstos probablemente seguirán creciendo, por lo general de manera lenta.

Los miomas uterinos pueden ser tan diminutos que puede ser necesario un microscopio para verlos. Sin embargo, también pueden crecer hasta un gran tamaño, pueden llenar todo el útero y pesar varias libras. Aunque es posible que sólo se desarrolle un mioma uterino, generalmente hay más de uno.

Los miomas a menudo se describen por su localización en el útero:

  • Miometriales: en la pared muscular del útero
  • Submucosos: justo bajo la superficie del revestimiento uterino
  • Subserosos: justo bajo la cubierta externa del útero
  • Pediculados: se presentan en un tallo o pedúnculo largo en la parte externa del útero o dentro de la cavidad del útero

endometriosis


Endometriosis


La endometriosis consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino. Es menos frecuente que la endometriosis aparezca fuera del abdomen como en los pulmones o en otras partes del cuerpo.

La endometriosis es una enfermedad relativamente frecuente, que puede afectar a cualquier mujer en edad fértil, desde la menarquia hasta la menopausia, aunque algunas veces, la endometriosis puede durar hasta después de la menopausia. La endometriosis altera la calidad de vida de las mujeres que la padecen, afectando a sus relaciones de pareja, familiares, laborales y de reproducción.

Cuando el tejido endometriósico crece, aparecen bultos llamados tumores o implantes, que la mayoría de las veces son benignos o no cancerosos y rara vez se relacionan con el cáncer de endometrio. Los implantes de la endometriosis están influidos por el ciclo menstrual, de tal manera que en cada menstruación, la mujer que padece endometriosis, los tumores endometriósicos también sangran, sin posibilidad de que la sangre salga fuera del cuerpo, desarrollándose una inflamación y tejidos cicatriciales o fibrosis, que ocasionen posteriormente obstrucción intestinal, sangrado digestivo y trastornos miccionales.


embarazo ectopico



Embarazo ectópico


Es un embarazo anormal que ocurre por fuera de la matriz (útero). El bebé (feto) no puede sobrevivir y, con frecuencia, no se desarrolla del todo en este tipo de embarazo.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Un embarazo ectópico ocurre cuando el bebé comienza a desarrollarse por fuera de la matriz (útero). El sitio más común para un embarazo ectópico está dentro de uno de los conductos a través de los cuales el óvulo pasa del ovario al útero (trompas de Falopio). Sin embargo, los embarazos ectópicos también pueden presentarse en raras ocasiones en los ovarios, el área del estómago o el cuello uterino.

Un embarazo ectópico es causado frecuentemente por una afección que obstruye o retarda el paso de un óvulo fecundado a través de las trompas de Falopio hacia el útero. Esto puede ser causado por un bloqueo físico en la trompa por factores hormonales y por otros factores, como el tabaquismo.

La mayoría de los casos de cicatrización son provocados por:

  • Embarazo ectópico previo
  • Infección previa en las trompas de Falopio
  • Cirugía de las trompas de Falopio

Hasta un 50% de las mujeres con embarazos ectópicos ha tenido hinchazón (inflamación) de las trompas (salpingitis) o enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).

Algunos embarazos ectópicos pueden deberse a:

  • Defectos congénitos en las trompas de Falopio
  • Complicaciones de una apendicitis
  • Endometriosis
  • Cicatrización causada por una cirugía pélvica previa